Slurry: La solución ecológica para los pavimentos urbanos

Los espacios urbanos requieren pavimentos capaces de soportar el desgaste diario asociado al tráfico pesado y a las diversas condiciones meteorológicas adversas.

Ante estos retos, el slurry se presenta como una técnica de pavimentación industrial sostenible con todos los requisitos:

  • alta durabilidad
  • resistencia al deslizamiento
  • capacidad para soportar condiciones extremas.

¿Qué es el Slurry?

El slurry es una mezcla semilíquida compuesta principalmente de agregados finos, agua, emulsiones asfálticas o resinas sintéticas y, en ocasiones, aditivos que mejoran su desempeño.

Este material se aplica sobre el pavimento existente para generar una superficie continua homogénea y sin fisuras.

Sus características de durabilidad lo convierten no sólo en un método correctivo sino también preventivo ante imperfecciones en el pavimento. 

Este tipo de material se aplica con un espesor relativamente pequeño, superpuesto sobre las capas previas sin necesidad de grandes obras o intervenciones.

Este proceso de aplicado lo convierte en una solución versátil y que se implanta en tiempos mínimos.

Existen dos tipos principales de pavimentos slurry:

  • slurry asfáltico, que se utiliza en el sellado de aglomerados asfálticos no sometidos a torsión o como elemento base para la posterior adición de otros materiales.
  • slurry sintético, que se utiliza en pistas deportivas, zonas recreativas, carriles bici, paseos, aceras, etc. Además, se puede usar como sellado de aglomerados asfálticos.

Este pavimento asfáltico es idóneo para zonas sometidas a tráfico intenso y desgaste. El pavimento sintético, por su parte, se escoge por su buena resistencia a la abrasión y su capacidad impermeable.

El slurry sintético presenta también propiedades personalizables. Por ello, se integra muy bien en proyectos estéticos como calles residenciales, paseos, superficies recreativas, etc.

Beneficios Ecológicos

Una de las mayores ventajas de este pavimento es su capacidad de reutilizar materiales existentes. Al aplicarlo sobre pavimentos antiguos, se reduce la cantidad de residuos generados, ya que no es necesario retirar las capas de asfalto deterioradas.

Además, su bajo contenido de CO2 comparado con el asfalto tradicional minimiza su huella de carbono, haciendo de la pavimentación con slurry una opción más ecológica.

Ventajas

Las ventajas y bondades de este tipo de pavimento son extensas y diversas según la óptica con la que se observe. A continuación te exponemos las más destacadas:

Alta resistencia. El slurry destaca por su durabilidad y capacidad para extender la vida útil de los pavimentos. Sin necesidad de realizar grandes inversiones en mantenimiento tras su instalación.

Tiempo mínimos de aplicación. El tiempo de secado es rápido, lo que permite que las carreteras o espacios se reabran al tráfico poco después de su aplicación.

Impermeabilización. Su aplicación impide la penetración del agua y la prevención frente a posibles daños por humedad y factores ambientales.

Mejora la seguridad. Su características antideslizantes incrementan la seguridad en zonas de paso de vehículos, carriles bici, etc. La generación de una superficie más lisa incrementa la adherencia de los vehículos.

Solución económica. El coste por metro cuadrado es muy asequible si se contempla el mantenimiento casi nulo y la alta duración. Es una inversión rentable y altamente funcional.

Fácil aplicación en frío. El slurry tiene fácil aplicación en frío, lo que facilita la logística de intervención.

No es tóxico ni inflamable. A nivel ambiental es una elección responsable y respetuosa, con bajo riesgo para el entorno. 

Resistencia a la abrasión. El slurry sintético presenta una gran resistencia a la abrasión en seco. Lo que lo convierte en material idóneo para industrias y sectores con gestión o manipulación de productos químicos.

Versatilidad. Desde la gama cromática hasta el acabado, el pavimento slurry ofrece una gran variedad de opciones estéticas.

Aplicación sin obra. La aplicación de este material se realiza de forma directa sobre pavimentos de hormigón o aglomerados asfálticos, sin necesidad de realizar una intervención con obra previa.

Conclusión

El slurry representa una opción viable y ecológica para la conservación de pavimentos urbanos. Su adopción no solo promueve una infraestructura más duradera y menos contaminante, sino que también alienta a los entornos urbanos a adoptar prácticas más sostenibles.